¿Qué pasa cuando la ropa no necesita palabras? Este vestido flota como un suspiro de seda en una habitación vacía… ¡y tú crees que es moda o solo arte! El fotógrafo no habla: solo juega con sombras y café derramado sobre su escritorio (que nadie vio). La piel tiene más significado que el Instagram… ¡y aún así, nadie lo compró! ¿Y tú qué harías? Comenta abajo antes de que el silencio se vuelva viral.

¿Bañado sin lágrimas? ¡Claro! Ella no buscaba likes… buscaba la respiración.

La cámara no disparó: suspiró. Y sí, la sombra de seda antigua tiene más alma que un filtro de Instagram.

En Kyoto nadie pide sonrisas… pero sí pide silencio.

¿Y tú qué haces? ¿Publicas tu baño en el templo o solo lo piensas en silencio? ¡Comentario abierto! 😉